El arte como camino
El ÁNIMO es la actitud que nos impulsa a querer experimentar, descubrir, vivir, expresar y crear.
La fuente inagotable de ánimo se encuentra en nuestro interior y el camino hasta ese lugar íntimo pide el conocerse a sí mismo.
Hacer de nuestra vida un ARTE, y de cada acto un hecho artístico vivido con alegría y pasión, invita a recorrer un camino de conocimiento interior. No nos olvidemos del código, necesario para descifrar las imágenes y símbolos propios interiores (emociones, pensamientos, imágenes, sonidos, sensaciones…), que es la analogía.
“A esta perspectiva vital y a otros lares conquistados por la emoción, como herramienta imprescindible en la educación, vamos a dar rienda suelta en este blog que hoy estrenamos con la ilusión del artista”.
En un mundo caracterizado por la frialdad tecnológica, por el constante y común sujeto pasivo que contempla las infinitas imágenes que las pantallas le proponen, el ser humano, hoy más que nunca, necesita encontrar el camino de vuelta a su expresión genuina, ya que sólo desde ese lugar donde nace la creatividad, es donde reside la fuente inagotable del ánimo que nos lleva a sentirnos vivos y querer ser los protagonistas de nuestra propia historia.
Somos seres multidimensionales: tenemos un cuerpo físico, sentimientos (un cuerpo emocional), raciocinio.
Si como perceptores, tenemos voluntad de conocernos, descubriremos nuestro talento innato, aquello en lo que ponemos nuestra atención con disfrute, y que es precisamente ese talento lo que queremos expresar de nosotros mismos.
El ARTE nace a partir de cómo el hombre, desde una decisión libre y voluntaria que nace de su Yo más íntimo y profundo, hace de su talento innato un proyecto de impecabilidad, tanto en la destreza física como emocional e intelectual; así, por ejemplo, el pintor, el músico, el bombero, el panadero, el abogado, el médico, el profesor, etc. logran su ARTE (acción de Sí mismo en la realidad), cuando su imagen interior, emocional-intelectual, se traduce en la materia como algo exclusivo.
¿Nos acompañas en este viaje artístico? Tu ánimo decide.